Mayo ya llegó, y desde la Cooperativa Bancaria queremos acercar un cálido saludo a todas nuestras socias y nuestros socios. Además, aprovechamos este momento para invitar a una reflexión conjunta sobre el papel que ha desempeñado el cooperativismo a lo largo de la historia y su aporte decisivo en la construcción de sociedades más democráticas, sostenibles y equitativas.
En este marco, es oportuno recordar que en junio de 2024 la Organización de las Naciones Unidas (ONU) determinó que 2025 sea el Año Internacional de las Cooperativas (AIC2025)[1]. Esta declaración es un hito relevante para el movimiento cooperativo a nivel internacional, ya que reconoce el valor de pensar a nuestras comunidades desde la cooperación y el bienestar colectivo, situando a las personas en el centro de cada decisión y acción que realizamos.
El lema elegido por la ONU, “Las cooperativas construyen un mundo mejor”, subraya decisivamente la importancia de nuestro modelo de cooperación. A su vez, y en esa misma línea, la Alianza Internacional de Cooperativas destaca que el AIC2025 busca visibilizar el rol de las cooperativas en el desarrollo sostenible, resaltar su impacto en la generación de empleo y reducción de la pobreza, promover la participación de los jovenes en el movimiento, y alentar a los Estados a organizar actividades conmemorativas en todo el mundo[2].
Según la ONU (2020)[3], las cooperativas cumplen una función clave en la sociedad, especialmente por su capacidad para fortalecer la cohesión social y formalizar a los sectores de la economía informal. De acuerdo con esto, es interesante el aporte de estas iniciativas cooperativas debido a que permiten la incorporación de personas provenientes de empleos precarios, garantizándoles derechos y condiciones laborales dignas. Asimismo, otro aspecto fundamental destacado por la ONU es el acceso facilitado al crédito y la promoción de sistemas de protección social sustentados en la solidaridad y la ayuda mutua.
Por su parte, también se resalta que las cooperativas permiten que sectores históricamente relegados puedan hacer valer su voz, participando activamente en la vida política y social de las comunidades en las que se encuentran inmersos. Esto implica que, través del diálogo y la participación, las cooperativas promueven valores democráticos y contribuyen en la construcción de sociedades más equitativas. En definitiva, este modelo de organización social fortalece a grupos que, de otra forma, quedarían dispersos y con menor capacidad de incidencia en la toma de decisiones de cualquier nivel.
Siguiendo este enfoque, Vaillancourt (2009)[4] agrega que la economía social -de la que las cooperativas forman parte- impulsa una triple democratización, en el entendido de que habilita prácticas sociales guiadas por valores democráticos, y que colabora tanto en la elaboración como en la gestión conjunta de políticas públicas. En este sentido, el autor explica que las experiencias de economía solidaria permiten a las personas tener un mayor control sobre sus condiciones de vida y de trabajo, y que la flexibilidad de las estructuras cooperativas favorece la participación ciudadana más amplia, destacando la inclusión de aquellas personas que se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad.
Estas últimas ideas tienen gran resonancia en el caso uruguayo, esto debido a que la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (Cudecoop) participa activamente en espacios de co-desarrollo y co-gestión de políticas públicas, teniendo representantes en instituciones y organismos como el Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (INEFOP), o el Fondo para el Desarrollo (FONDES). Si bien persisten desafíos en la representación de nuestro movimiento cooperativo en estos espacios -como argumentan Martí y Caetano (2019)[5]-, la presencia de Cudecoop garantiza que el cooperativismo tenga voz e incidencia en la toma de decisiones de nuestro país.
Para cerrar, y resumiendo las ideas, el cooperativismo es una base firme para avanzar hacia sociedades más justas, democráticas y sostenibles. Teniendo esto en cuenta, desde nuestra Cooperativa Bancaria renovamos nuestro compromiso con el país y con el movimiento cooperativo al que pertenecemos, promoviendo la participación y la integración de todas las personas en este camino común hacia un futuro mejor. De igual forma, invitamos a nuestras socias y nuestros socios a seguir difundiendo y poniendo en práctica los valores cooperativos, tanto dentro como fuera de nuestra institución. Finalmente, celebremos juntas, juntos, este Año Internacional de las Cooperativas con entusiasmo y espíritu solidario, construyendo día a día ese futuro que soñamos.
Desde la Comisión de Educación, Fomento e Integración Cooperativa deseamos enviar un afectuoso saludo a nuestras socias y socios, a la vez que agradecemos sinceramente su compromiso y su presencia.
COMISIÓN DE EDUCACIÓN, FOMENTO E INTEGRACIÓN COOPERATIVA
Cooperativa Bancaria
Mayo 2025