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Nuestra historia

Desde 1932 acompañando al cooperativismo uruguayo


En el lejano 1932, Bancaria fue pionera en el cooperativismo de consumo en Uruguay.

Como ocurrió en muchos países, las primeras experiencias cooperativas en Uruguay surgieron bajo la modalidad de consumo. A comienzos del siglo XX, los gremios de trabajadores comenzaron a formar cooperativas de consumo con el objetivo de facilitar el acceso a artículos de primera necesidad.

En ese entonces, estas cooperativas tenían una estructura cerrada, pero con el paso del tiempo la mayoría adoptó el modelo abierto, incorporando socios de otros sectores de la sociedad. Según un documento de la Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo (FUCC), el propósito inicial era complementar el poder adquisitivo de los trabajadores mediante la compra solidaria de productos esenciales.

Con el correr de los años, estas instituciones, que comenzaron comercializando alimentos, ampliaron sus servicios para cubrir una amplia gama de rubros: artículos para el hogar, vestimenta, mueblería, y más. Estas prestaciones se brindaron tanto en locales centrales como en sucursales del interior del país.



Existen también otras formas de cooperativas de consumo que comparten los mismos principios, pero mantienen el formato original, como los departamentos de consumo dentro de cooperativas agrarias, los clubes de compra en cooperativas de vivienda o iniciativas similares en grupos sociales que buscan reducir el costo de insumos básicos.

Un hecho fundamental para el desarrollo del cooperativismo de consumo —y de producción— fue la promulgación de la Ley Nº 10.761 en 1946, reglamentada en 1948. Esta normativa otorgó reconocimiento legal y estableció el derecho de retención sobre el salario de los asociados por compras realizadas, así como el aporte mensual de capital.

Con el modelo consolidado, las cooperativas comenzaron a brindar servicios sociales a los afiliados, entre ellos: préstamo gratuito de libros para hijos de asociados, servicios médicos y odontológicos, asesoramiento jurídico, servicio fúnebre para familiares, panteones, seguros, subsidios, colonias de vacaciones, salones para eventos, guarderías y cursos de capacitación.

En 1954 se creó la FUCC (Federación Uruguaya de Cooperativas de Consumo), entidad gremial de segundo grado. En ese momento la integraban 26 cooperativas, que sumaban 74.095 socios y 1.311 empleados.

Nacimiento de Cooperativa Bancaria

El 14 de abril de 1920, un grupo de empleados bancarios se reunió con la intención de formar una cooperativa de consumo. Tras años de trabajo, el esfuerzo se concretó el 8 de setiembre de 1931 con la sanción de la Ley 8.754, que autorizó la creación de la Cooperativa Bancaria de Consumos.

El 18 de diciembre de 1931, 199 afiliados eligieron mediante voto secreto al primer Consejo Directivo, integrado por Raúl Daneri, Julio Sagarra, Alfredo Ferrere, Virginia Galindo, José Chiaparra, José Pigni, José Poggi, Pablo Cabrera y Juan Suárez.

En febrero de 1932 se arrendó el local de Avenida Uruguay 941. Ese mismo año se realizó la fusión con la Cooperativa del Banco Hipotecario, y el 1.º de junio la institución abrió sus puertas al público, comenzando formalmente su actividad como Cooperativa Bancaria.

A lo largo de su trayectoria, la Cooperativa ha tenido un rol fundamental y estrechamente ligado al Sindicato Bancario. Durante el gobierno de Pacheco Areco, en los difíciles días de militarización de los funcionarios bancarios, la Cooperativa asistió a los afiliados del gremio entregando canastas de alimentos.

Décadas después, ante la crisis bancaria de 2002 —cuando cientos de trabajadores del sector ingresaron al Seguro de Desempleo por primera vez en la historia— Cooperativa Bancaria volvió a brindar apoyo: además de asistencia económica, asumió el pago de la cuota mutual para que los afectados no perdieran cobertura médica.




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