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Mes de los Niños – Agosto 2025

El movimiento cooperativo a nivel global se encuentra ante una oportunidad significativa y alentadora: por segunda vez en la historia, la Asamblea General de las Naciones Unidas ha declarado un Año Internacional de las Cooperativas (AIC 2025). La primera ocasión fue en 2012, cuando se eligió el lema “Las empresas cooperativas ayudan a construir un mundo mejor”. En esta nueva conmemoración, el mensaje adquiere mayor fuerza y claridad: “Las cooperativas construyen un mundo mejor”. Este cambio no es menor; se trata de un reconocimiento explícito a la capacidad probada del cooperativismo para transformar la realidad social, económica y ambiental en las comunidades en las que desarrolla sus actividades.

La identidad de nuestro país está profundamente arraigada a los valores cooperativos. En la actualidad funcionan más de 4.000 cooperativas y entidades de la economía social y solidaria que desarrollan tareas en los más diversos rubros: desde la vivienda y el consumo, pasando por la producción agroindustrial, el ahorro y crédito, hasta sectores como el del software, los medios audiovisuales, la educación o las energías renovables. Y en todos ellos, las cooperativas se caracterizan por poner a las personas en el centro de su accionar, desplazando la lógica del capital y el lucro, promoviendo la distribución justa del valor generado, fomentando la inclusión social y fortaleciendo la democracia real a partir de la participación activa, la gestión colectiva y la solidaridad.

El cooperativismo en Uruguay ha logrado expandirse, diversificarse y producir resultados palpables: hoy representa más de 30.000 empleos, ha concretado la construcción de 50.000 viviendas a través de las cooperativas de ayuda mutua, y suma más de 400.000 personas asociadas al cooperativismo de consumo y del ahorro y crédito. Además, ha dado pasos significativos hacia sectores innovadores como la bioconstrucción, la tecnología o la producción sustentable. En definitiva, el cooperativismo consigue demostrar que existe un camino alternativo para lograr el desarrollo nacional, y que no se trata de una utopía lejana, sino de una posibilidad real, viable y en plena ejecución.

En este contexto, el Comité Nacional del AIC 2025 – espacio interinstitucional encabezado por el INACOOP – impulsa una agenda ambiciosa orientada a amplificar el impacto del cooperativismo en áreas estratégicas como el desarrollo productivo con arraigo territorial, las cadenas de valor sustentables, el empleo de calidad, los sistemas de cuidados, la inclusión social y la educación cooperativa a lo largo de toda la vida.

Uno de los ejes destacados en esta agenda será la promoción del cooperativismo con enfoque generacional y de género. Las juventudes no solo son el futuro del movimiento, son también parte activa del presente. Del mismo modo, las mujeres, mayormente excluidas de los espacios de decisión, han sido protagonistas clave en la creación de experiencias colaborativas a nivel mundial; por eso, su participación debe ser asegurada en todos los niveles del cooperativismo. En resumen, tanto la perspectiva de género como el protagonismo juvenil no deben entenderse como aspectos complementarios; más bien, son pilares esenciales para la construcción de un cooperativismo más equitativo, sólido y democrático.

Asimismo, la declaración del AIC 2025 no es únicamente motivo de celebración. Es también una exhortación para los gobiernos nacionales; es una exhortación para la generación de marcos jurídicos, políticas públicas y herramientas financieras que impulsen el crecimiento, el fortalecimiento y la incidencia del cooperativismo en la economía de cada país. En ese sentido, el Estado uruguayo está llamado a profundizar su respaldo al movimiento, reconociendo a las cooperativas como socias clave para el desarrollo inclusivo, sustentable y solidario.

Nuestro país ha sido históricamente referente en el diseño de políticas cooperativas, y la Ley General de Cooperativas (N°18.407) es un ejemplo claro de esto. Sin embargo, ser pioneros no alcanza: es necesario seguir ampliando derechos, democratizando la economía y promoviendo mayores niveles de equidad. En un contexto global atravesado por desigualdades crecientes y un modelo económico que agudiza las exclusiones, el cooperativismo se presenta como un puente virtuoso entre el empleo y la justicia social.

Este año, además, coincide con la celebración de cuatro décadas de democracia ininterrumpida. Y no hay mejor manera de homenajear este proceso democrático que fortaleciendo un modelo organizativo que impulsa equidad, participación ciudadana y distribución justa de oportunidades y poder. El cooperativismo no solo acompaña a la democracia: la nutre, la profundiza y la intensifica.

Desde la Cooperativa Bancaria reafirmamos nuestro compromiso con el movimiento cooperativo, tanto a nivel nacional como internacional, e invitamos a nuestras socias y socios a integrarse activamente en las instancias que se llevarán a cabo a lo largo de este año. Además, cabe mencionar que ya nos encontramos trabajando en la organización del 6º Encuentro Nacional de Cooperativas. Para ello, hemos comenzado una serie de debates internos en todo el país, como el realizado el 31 de mayo en Paysandú, donde más de un centenar de cooperativistas del Litoral Norte del país se reunieron para reflexionar en torno a los tres ejes que guiarán este Encuentro: el impacto del cooperativismo en la economía y sociedad uruguaya; la identidad cooperativa como base para la acción gremial y política; y la innovación como motor de desarrollo para el cooperativismo.

Como parte del movimiento cooperativo, tenemos el convencimiento de que nuestras organizaciones son instrumentos eficaces para transformar la vida de las personas: porque generan oportunidades donde antes había carencias, porque canalizan y amplifican voces que antes estaban invisibilizadas, y porque nos invitan no solo a imaginar, sino a construir colectivamente un futuro más justo, democrático y sostenible. Las cooperativas no dejan a nadie atrás.

Volvamos a la idea central: el 2025 no se limita a ser una fecha conmemorativa. Es, por sobre todas las cosas, un punto de partida para profundizar los procesos de cambio, para visibilizar que el cooperativismo no es solo una opción alternativa, sino una respuesta efectiva y actual a los retos sociales, económicos y ecológicos a los que nos enfrentamos, a nivel nacional y global.

Con el entusiasmo y compromiso de siempre, desde la Cooperativa Bancaria saludamos cálidamente a cada una y cada uno de nuestros socios, renovando la invitación a seguir construyendo, juntas y juntos, ese mundo mejor que sabemos posible.

COMISIÓN DE EDUCACIÓN, FOMENTO E INTEGRACIÓN COOPERATIVA

Cooperativa Bancaria

Julio 2025